La orientación recaudatoria de la policía municipal, como en tantos otros lugares, es un hecho que perfectamente se puede considerar un abuso al ciudadano, sobre todo cuando se realiza de forma planificada y sistemática, tal y como sucedió hace unos años cuando este cuerpo de policía aumentó exponencialmente el número de multas a fin de presionar al consistorio con el objetivo de reclamar una serie de condiciones laborales. Todos lo recordamos.
No obstante, si estas actuaciones se ajustan a la ley, aunque puedan ser reprobadas moralmente, son legales, como ocurre con tantas otras circunstancias de nuestra realidad. No tenemos, por tanto, intención de cuestionar en este sentido su labor como garantes de la ley. Pero una cuestión bien distinta es cómo se desempeña ese trabajo.
Hace años comenzaron a surgir casos, más o menos aislados, en los que se denunciaron agresiones por parte de la policía local y malos tratos psicológicos y físicos en sus dependencias. Sin embargo, desde hace unos meses, observamos con la máxima preocupación como empiezan a proliferar más casos en los que se producen abusos de autoridad. Todo apunta a la existencia de un grupo de agentes que se extralimita en el ejercicio de sus funciones. Ejemplos hay muchos:
- Días antes de una de las últimas huelgas generales, fue detenido un vecino que cometió el grave delito de repartir octavillas en favor de la huelga. Además, ya en dependencias policiales sufrió un trato vejatorio e indecente, siendo generosos en los términos. Más tarde, en la huelga general del 14N, ocurrió otro incidente que enfrentó a un grupo de policías municipales con un piquete que se encontraba en las cocheras de La Veloz, en el cual se dio el caso de que la Guardia Civil aconsejó a la propia policía municipal que se retirase del lugar para no empeorar las cosas.
- Nos consta que se han producido varias retiradas de vehículos con la correspondiente multa sin que esto estuviese justificado. Es decir, encontrándose los vehículos bien aparcados. También se han producido multas de aparcamiento sin una justificación razonable. El trato y la actitud de algunos agentes ha sido de prepotencia cuando no de chulería. Todo esto, sencillamente, no se puede admitir. En el último incidente que conocemos por retirada injustificada de vehículo se da el caso de que además de aplicar un trato prepotente y abusivo por parte de los agentes que lo protagonizaron, los vecinos perjudicados son denunciados y llevados a juicio por supuesta desobediencia a la autoridad. Es como decir: “si no quieres caldo, toma dos tazas”.
No tenemos ninguna animadversión contra el cuerpo de la policía local de Rivas. Todo lo contrario, nos consta que muchos de sus miembros ejercen su trabajo con total profesionalidad y corrección. Pero también nos consta que algunos de ellos están cometiendo abusos de autoridad que no se pueden tolerar.Exigimos al Ayuntamiento que actúe inmediatamente para evitar que sigan produciéndose estos atropellos y, si es necesario, efectúe una investigación interna para depurar responsabilidades.
Por todo ello, vecino/a, te convocamos a una concentración frente al Ayuntamiento, en laPlaza de La Constitución, el jueves 10 de octubre a las 19:00, en contra de los abusos de un grupo de agentes de la policía municipal, que consideramos debe estar al servicio de los ciudadanos, no para coaccionarles.
ASAMBLEA DEL FRENTE CÍVICO SOMOS MAYORÍA DE RIVAS
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